Origen de las cartas del tarot
El origen de las cartas del tarot deviene de la antigüedad, pues se han usado por muchos años como métodos de adivinación por expertos y aficionados. Cabe acotar, que parece que las razones por las que fueron tomadas en cuenta, debido a los resultados y respuestas asertivas que daban las cartas.
Poco a poco se han ido añadiendo diferentes tipos de cartas, entre ellas, una de las más importantes como la del Triunfo. Esta fue incluida al mazo corriente de cuatro palos de las 14 cartas, esto se debió a motivos netamente ideológicos.
En este sentido, los mejores tarotistas en Chicago aseguran que los primeros ejemplos que se conocen profesan ideas filosóficas, poéticas, astronómicas, sociales y heráldicas. De ahí, que los juegos y adivinación con las cartas surgieron en Oriente. Sin embargo, hay teorías que indican que tuvo su origen en China o en la India.
Por lo tanto, los antecedentes más marcados de las cartas del tarot que se conocen están hacia el Próximo Oriente. Entonces, los naipes llegaron a Europa aproximadamente desde el siglo XIV.
Los naipes fueron los primeros diseños en aparecer. Son las más tradicionales entre las que destacan las italianas, españolas y portuguesas, en conjunto con el basto, el oro, espada y copas.
Estas barajas están formadas por cartas numerales agrupadas en cuatro palos, más cuatro cartas de corte (dama, caballero, reina y el rey).
A los naipes se les conoce con el nombre de Arcanos Menores, compuestas por 56 cartas que, a su vez, se dividen en los palos antes mencionados. Estos se numera desde el 1 o As al 9, además, están los llamados honores, donde están los personajes de la corte, que son: la Sota, el Caballero, la reina y el Rey.