El objetivo principal del sanador energético es facilitar el flujo libre y armonioso de la energía vital a través del cuerpo y los sistemas energéticos. Esto se logra mediante la identificación y eliminación de bloqueos, la restauración de la energía en áreas debilitadas o deficientes, y la transmisión de energía curativa para estimular el proceso de autocuración del cuerpo.

Durante una sesión de sanación energética, el sanador puede trabajar directamente con el campo energético de la persona, realizando movimientos de manos sutiles o colocando las manos en áreas específicas del cuerpo. También pueden utilizar técnicas como la visualización o la meditación para facilitar la transferencia de energía curativa.

Es importante tener en cuenta que el trabajo de un sanador energético complementa, pero no reemplaza, el tratamiento médico convencional. No están capacitados para realizar diagnósticos médicos y no deben sustituir el consejo de profesionales de la salud. Sin embargo, muchas personas encuentran beneficios significativos al combinar la medicina tradicional con las terapias energéticas para promover un equilibrio integral.