¿El reiki es bueno o es malo?
El reiki es conocido como una práctica de origen japonés, donde se asegura la mejora de una cantidad de enfermedades a través de la energía que proviene de las manos. De allí, que lleva mucho tiempo entre la sociedad y cada vez son más los grupos que se dedican a esto.
Es importante mencionar, que no tiene alguna base científica que compruebe que todas estas prácticas y curaciones sean sanadoras realmente. Es decir, se realiza como una terapia con origen espiritual y basada en esa transmisión de energías para curar los males.
Por lo tanto, el reiki se considera como una energía vital que existe en el universo, que puede estar en todos lados (los cosmos, la naturaleza o en cada una de las personas. Entonces, esa energía va fluyendo a través del cuerpo que va recibiendo la sanación, para mantener las defensas activas.
En ese sentido, el organismo humano busca la manera de experimentar el bienestar al máximo, recibiendo la energía universal.
En consecuencia, si estas vibraciones dejaran de fluir, podrían aparecer las enfermedades, el estrés, la ansiedad, entre otros males.
Cabe destacar, que el reiki no es una religión, es más bien una disciplina holística centrada en los elementos de la persona actuando a nivel físico, mental e involucra lo emocional.
Las manos juegan un papel fundamental, ya que es necesaria para transmitir las energías necesarias para sanar.
En efecto, este es un método sencillo de aprender y enseñar cómo se puede conseguir el propio equilibrio. Además de eliminar cualquier dolencia que impida el bienestar de las personas. Con esto se canaliza las energías del interior al igual que la que nos rodean.
Es importante mencionar, que existen cursos de reiki que se dividen en diferentes niveles, donde se aprende acerca de cambiar las emociones negativas a positivas y potenciándolas al máximo.
Así mismo, este método no solo busca Curaciones espirituales Chicago mediante las energías, sino también el crecimiento de las personas, al mejorar las percepciones de todo lo que lo rodea. Estas terapias son complementarias, es decir, no va a sustituir ningún diagnóstico ni tratamiento médico.