Changó: el dios del fuego
En la religión de origen Yoruba, Changó o Shangó es considerado como el más poderoso y venerado. Después de Obatalá quien lo crió y es hijo de Yemayá. Tiene su fiesta cada 4 de diciembre junto a Santa Bárbara.
Él gobierna los relámpagos, los truenos, la danza y los tambores. Además, lo conocen como el dios de del fuego y es un orisha guerrero con mucha inteligencia y un ingenio agudo.
Se dice que Shangó tiene un temperamento irritante y su personalidad contiene mucha virilidad.
Según la historia, se dice que luego que Shangó se hizo rey, la población comenzó a decir que era muy estricto y tirano, de ahí proviene lo de su personalidad. Lo que no se puede negar en la religión santera es que fue un rey guerrero y luego lo amaron, cuando junto a su hermano acabaron con sus enemigos con pólvora, desde entonces ha sido adorado como Orisha y a ser llamado como el “señor de los truenos”.
Como un adorado y venerado de santería, siempre ha tenido un significado revoltoso. Sus piedras u otanes (como también son conocidas por los Orishas) se pueden conseguir en cascadas y ríos.
Es importante mencionar, que su principal símbolo es en Oshe, un muñeco tallado en cedro, que en vez de una cabeza, tiene un hacha doble, como muestra de poder.
De ahí, que el Oshe con el pasar del tiempo, es una especie de energía que lleva carga, hecha por los babalawos.
Por los tanto, los santeros en Chicago le tienen mucha devoción a este Orisha, uno por su poder a la hora de conceder un favor, nunca falla, pero así como da, hay que darle. Hay que ofrendarle para que su personalidad no caiga sobre nadie, no es venganza, sino que quien decide meterse en esta religió, sabe que no es juego y que es algo muy serio. Lo que se traduce en que si quieres recibir, tienes que saber dar, con mucha fe y sin mezquindad.